(recopiladas de la web)
Érase una vez un abuelo
que plantó un nabo y le dijo:
-¡Crece, crece, pequeño nabo!
¡Crece y hazte mayor!
Y el nabo se hizo mayor y dulce,
y llegó a ser enorme.
Un día, el abuelo fue a arrancarlo.
Tiró y siguió tirando,
pero no pudo sacarlo.